Porque la tecnología no sería nada sin el amor, en esta nueva sección del El Vórtice traemos una serie de poemas cortos de amor para dedicar, para la cartera de la dama y para el bolsillo del caballero.
Porque si hay algo que no se puede evitar es esa sensación tan hermosa que nos provoca el amor. Y qué mejor manera de expresarlo que a través de poemas de amor cortos de quienes se dedicaron a escribir y pensar sobre él. Entonces nuestra selección humilde de poemas de amor cortos con sus fuentes y autores.
1.Táctica y estrategia, de Mario Benedetti
Esta sección merece empezar con lo mejor. Quién más que el poeta y escritor uruguayo Mario Benedetti para expresarnos sobre el amor, con palabras dulces y certeras que llegan a los oídos y al corazón:
Mi táctica es mirarte,
aprender como sos,
quererte como sos.
Mi táctica es hablarte
y escucharte,
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo,
no sé cómo ni sé
con qué pretexto,
pero quedarme en vos.
Mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos.
Mi estrategia es,
en cambio,
más profunda y más simple.
Mi estrategia es,
que un día cualquiera,
no sé cómo ni sé
con qué pretexto,
por fin me necesites.
2. Si me quieres, quiéreme entera, de Dulce María Loynaz
Dulce es su nombre y sus estrofas que nos invitan a un viaje al amor a través de sus versos. Aquí, el poema de Dulce María Loynaz:
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras.
3. Perdidamente, de Natha Moreno
Natha Moreno tiene la capacidad de resumir los más bellos sentimientos en unas pocas palabras y llegar con tierna precisión al medio del corazón. Una declaración, unas dulces palabras. Qué mejor manera de declararse que con el poema de Natha Moreno:
Me enamore perdidamente
Tan pedida que no me hallaba
O no quería encontrarme
Y es que perderme en sus ojos
Si, sus ojos
Fue lo mejor que me puedo pasar
Me enamore tan perdidamente
Que no entiendo que hice mal
Y si, no se que hice mal
Porque un día como estrella fugaz en el cielo
Él, siendo mi príncipe desapareció.
4. Me gustas cuando cayas…, de Pablo Neruda
No podía estar ausente en esta sección el poema de amor que en tantos corazones a ingresado. El poeta chileno, Pablo Neruda famoso por sus odas quien tiene tal gracia para escribir sobre el amor.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
5. Rima XXIII, de Gustavo Adolfo Bécquer
Quién pudiera resumir el mundo en tan solo cuatro líneas. Adolfo Bécquer no resume tal vez el mundo, pero sí esa sensación hermosa que se llama amor.
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!
6. Verso Inédito
Aquí un verso inédito, pero que tanto amor expresa que valía la pena incluirlo entre nuestra selección. Es corto, eso sí, pero valiente, intempestivo e imprudente. Porque al amor no hay que tenerle miedo.
Este poema yo escribo, pensándote noche y día, estos versos con el alma, te dedico vida mía. Tú eres gracia y puro amor, tu eres dicha y fantasía, yo te escribo con el alma, con tu luz eres mi guía.
7. Cenizas, de Alejandra Pizarnik
Alejandra Pizarnik logra captar la escencia del amor, con esa nostalgia de lo que no queda claro en palabras. Sensaciones confusas, angustia, alegría.
La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.
Pronto nos iremos
Arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.
¿Qué haré conmigo?
Porque a Ti te debo lo que soy
Pero no tengo mañana
Porque a Ti te…
La noche sufre
8. Lunares, de Alex_Courant Signoret
Alex Courant Signoret escribe con una pluma que embelesa el alma. Con una descripción con tonos preciso y un bello poema de amor
Me los sé de memoria, beso a beso,
caricia tras caricia, los reclamo,
al recorrer tu cuerpo, tramo a tramo,
como una ida y vuelta de regreso.
Son gotitas de vino, de embeleso,
amulatadas rosas en un ramo,
erógenos ovillos de un recamo,
aquí y allá los signos de un impreso.
¡Ah, tu cuerpo es un cielo, un pentagrama,
lo abrillantan sus astros circulares,
lo engalanan sus notas en tropel!
Amor mío, recuéstate en la cama
y déjame que cuente los lunares
en la tersa blancura de tu piel.
9. El amenazado, de Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges es uno de los autores latinoamericanos más complejos. Pero su poesía es única, ingeniosa y a la vez atrevida se anima a describir el amor como pocos han podido hacerlo.
Es el amor. Tendré que cultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
10. Como si cada beso, de Fernando Pessoa
Porque el amor se trata de sentimientos, de sensaciones encontradas. De palabras hermosas y de grandes nostalgias. La pérdida también es amor y el amor también es una pérdida.
Como si cada beso
Fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando.
Tal vez ya nos toque
En el hombro la mano que llama
A la barca que no viene sino vacía;
Y que en el mismo haz
Ata lo que fuimos mutuamente
Y la ajena suma universal de la vida.